En la época final de los Barcos Negros (como eran conocidos los barcos occidentales que arribaron a la costa de Japón), Yokohama era un pequeño pueblo costero que apenas tenía 600 habitantes. Casi dos siglos después es la segunda metrópolis de Japón, con más de tres millones y medio de lugareños. No hay duda de que la llegada de los occidentales y el hecho de abrirse como puerto internacional espoleó el crecimiento y el desarrollo de esta ciudad a 20 minutos de Tokio. Sus encantos no son pocos y entre ellos destaca especialmente su Chinatown, un barrio que te teletransporta a las calles de Hong Kong. El museo del ramen y los jardines de Sankei-nen, también son lugares que no pueden faltar en cualquier itinerario por Yokohama.
Yokohama, un puerto internacional
El destino del pequeño pueblo costero de Yokohama cambió radicalmente entre 1853 y 1854, cuando una flota estadounidense llegó a la costa para tratar de convencer a Japón de que se abriese al comercio internacional. Cuatro años después, Yokohama fue nombrado puerto internacional. Poco a poco empezaron a llegar más extranjeros y no sólo los occidentales, sino que también comenzó a formarse una importante comunidad china. Esta influencia extranjera se percibe perfectamente en las calles de la ciudad, que a pesar de ello no ha perdido su esencia japonesa. Como curiosidad, comentar que fue la primera de todo Japón en disponer de periódicos, farolas de gas y estación de ferrocarril (conectada con Simbashi, en Tokio).
Minato Mirai 21: el futuro ya está aquí
Minato Mirai 21 (normalmente abreviado como Minato Mirai) significa literalmente Puerto Futuro 21, algo que ya nos hace percibir la esencia de esta zona de Yokohama. Está construida en gran parte en terreno ganado al mar, para lo que se utilizaron los escombros que quedaron tras el gran terremoto de Kantō de 1923. Cosas como esta son las que te hacen pensar en el carácter especial de la cultura japonesa, ese deseo de reponerse siempre en la adversidad y de seguir construyendo un futuro.
Minato Mirai 21 es una zona de grandes rascacielos, centros comerciales, parques de atracciones, tiendas, restaurantes… Allí se encuentra la Yokohama Landmark Tower, actualmente el mayor rascacielos de todo Japón, con 70 plantas y 296 metros de altura. Además, cuenta con uno de los ascensores más rápidos del mundo, que se mueve a una velocidad de 45 km/hora. Cuenta con un observatorio desde el que se ve el Monte Fuji.
En esta zona también se puede visitar el parque de atracciones Cosmoworld, con varias montañas rusas y una de las norias más altas del mundo; el Museo de Arte de Yokohama, el centro comercial Landmark Plaza o el Queen´s Square.
El Chinatown de Yokohama
Gracias a la existencia del Chinatown de Yokohama tenemos la oportunidad de conocer un poco más la auténtica cultura china. Y es que la importante comunidad creada en esta ciudad ha dado lugar a un barrio en el que se respiran los aromas de Hong Kong. El acceso se puede realizar por cualquiera de las diez puertas pintadas a mano y en sus calles encontraremos centenares de restaurantes de comida china, así como todo tipo de tiendas. El corazón del Chinatown de Yokohama es el templo chino Kentei-byō, dedicado a Kanwu, dios de los negocios.
Por otro lado, si visitamos Yokohama no hay que dejar pasar la ocasión de visitar Sankei-nen, preciosos jardines japoneses con diferentes estanques, casas del té, edificios del siglo XVII y una pagoda de tres pisos con más de 500 años de antigüedad. También es interesante la zona comercial de Motomachi y Yamate; así como el Shin-Yokohama Ramen Hakubutskan, a medias entre museo y parque temático alrededor del ramen.
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