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    La batalla contra la reina araña

    InicioDiario de un DescubridorLa batalla contra la reina araña

    Jueves 9 de septiembre de 2010

    Bueno…hoy ha sido un día un poco extraño. Esta noche apenas he podido dormir y he perdido un poco el apetito. Creo que en parte todo viene originado debido a lo que me sucedió ayer. Resulta que justo cuando iba a acostarme, voy a la cocina a beber un vaso de agua y de repente me encuentro en la ventana a la araña más grande que he visto en toda mi vida. Me quedé totalmente paralizado porque estaba dentro de la casa y era gigante. Me sabía muy mal pero no podía dejarla viva campar a sus anchas por la casa.

    Araña enorme en mi casa de Kyoto

    Rápidamente fui a buscar algo con lo que poder acabar con ella, pero no había nada que tuviera pinta de servirme. Al final lo mejor que pude encontrar fue una escobilla con las hebras duras. Cuando vuelvo a entrar, antes de iniciar la batalla, le hice una foto. Acto seguido procedí a embestirla con la escobilla en un ataque frontal y directo. La araña cayó al suelo y yo sonreí satisfecho porque pensaba que todo había terminado, pero nada de eso. La Araña estaba totalmente intacta en el suelo. Cuando me di cuenta, intenté darle un par de escobazos pero la araña era increíblemente rápida y al final acabó metiéndose debajo del frigorífico. Me quedé un rato apartando todo, mesas, sillas y demás, dejando espacio libre entre la nevera y el resto porque no quería irme de allí sin saber que la araña ya no era un problema, pero nada…no conseguí hacerla salir de su escondrijo. El caso es que tuve que acostarme sin matarla y la dejé allí. Cerré la puerta de la cocina y puse un cartel que imagino dejaría bastante sorprendidos a mis compañeros de residencia porque decía; “Becareful with the spider” en letras rojas. No se me ocurrió nada mejor que eso a las tantas de la noche.

    Cuando me acosté estaba un tanto intranquilo. No sabía si era cosa de casualidad o es que era común encontrarse en Japón arañas del tamaño de una mano. Nuestra residencia es una casa antigua japonesa rehabilitada en la que vivimos 6 personas. Está muy cerca de una pequeña montaña que hay en medio de la ciudad y quizás por eso hay más bichos. Espero que no sea algo habitual tener que lidiar con ellos.

    Por culpa de eso me he despertado con mal cuerpo. Y encima hoy ha hecho un sol de justicia por la calle. He ido a la tienda de bicicletas de segunda mano que me habían recomendado pero no la he encontrado y por ello, he dado una innecesaria y larga caminata al sol que me ha dejado extenuado. He tenido que volver a la casa para preguntar de nuevo donde estaba la tienda. Después de que me lo volvieran a explicar, he salido sabiendo que, si no la encontraba, posiblemente moriría por el camino.

    Por fin tengo bicicleta

    Por suerte, esta vez tuve mejor fortuna y di con la dichosa tienda. Encontré una bicicleta a buen precio de segunda mano y me convertí en un hombre que se desplaza a dos ruedas. Las distancias se acortan infinitamente y mis pies no sufren. Ahora ya puedo moverme con mayor libertad.

    Después de comprar la bici he ido hasta la universidad porque hoy tenía que entregar unos papeles. Como no…la he vuelto a liar con el japonés. No se que me pasa que no me centro. Me he armado un lío porque pensaba que me pedían un documento que no tenía. Se ha generado una de esas situaciones incomodas en la que no nos entendíamos hasta que una de las chicas ha revisado todos los documentos que llevaba encima y ha encontrado el papel que me estaban pidiendo. Me ha mirado así como diciendo, ¿Qué le pasa a este en la cabeza? Vaya vaya con mi japonés. Y yo que venía tan orgulloso porque pensaba que con lo que sabía me iba a apañar bien. ¡Que batacazo!

    Por cierto, la araña no ha aparecido. Debe de estar escondida en algún rincón de la cocina. Que bien, eh? Ahora tenemos un nuevo inquilino. Encima tengo que ir a la cocina para prepararme algo de comer. Espero no encontrármela de frente. La buena noticia es que por lo que me han dicho, las arañas de Japón no son peligrosas. Algo es algo.

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    Marcos
    Marcoshttps://www.descubriendojapon.com
    Durante ocho años perseguí el sueño de vivir en Japón y después de mucho esfuerzo pude hacer la maleta e irme a estudiar a la Doshisha University de Kyoto. Allí profundicé durante más de 3 años en el conocimiento de la lengua y la cultura japonesa. Desde entonces, mi vida ha estado siempre ligada a Japón. Soy un aficionado a descubrir nuevos rincones todavía sin explorar.

    2 COMENTARIOS

    1. Literal la forma en la que la cuenta uff…

      Bro si lees esto espero que no te topes de nuevo con tu nuevo inquilino aunque menos mal no fue una araña australiana, no la busques en Internet si quieres seguir durmiendo por las noches

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