Son muchísimos los descubridores que anhelan que llegue su viaje a Japón para admirar la sencilla belleza de sus jardines. Su inspiración oriental, el uso que realizan de los distintos tipos de plantas, las construcciones que podemos encontrar en ellos, los estanques repletos de impresionantes carpas… todo ello se combina de una manera tan especial que visitarlos supone para muchos un momento de paz y tranquilidad de gran profundidad. Para todos ellos, los jardines de Shosei-en es una parada obligatoria en los itinerarios que cruzan la antigua capital del país, Kyoto. De acceso gratuito, este delicado lugar ofrece al viajero un encanto incomparable del que puede disfrutar con un tranquilo paseo.
Izhikawa Jozan, autor de los jardines de Shosei-en
El jardín de Shosei-en, que pertenece al templo Higashi Honganji, fue diseñado por Izhikawa Jozan, que después de haber sido soldado imperial, se retiró a la edad de 33 años y empezó a estudiar. Sus materias fueron el Budismo Zen y la escuela Cheng-Zhu de Neo-Confucionismo, abriéndose a un nuevo mundo de caligrafía, poesía china y la tradición del té sencha. Se convirtió en un hombre refinado, que también se volcaba en el diseño de jardines.
En Shosei-en el descubridor encontrará también la casa de campo de Kikoku-tei, que fue la segunda residencia de Higashi Hongan-ji. Fundamentalmente se utilizaba como un lugar de retiro para los sacerdotes. Esta construcción data del año 1657. Desde hace tiempo, este lugar ha servido como palacio de invitados para muchos políticos, aristócratas y oficiales de alto rango que han visitado la ciudad. El hall alberga una gran cantidad de obras de arte.
Impresionante naturaleza y el famoso cerezo japonés
Así pues, estos jardines no son sólo un lugar hermoso que visitar, sino que además tienen un gran peso histórico y artístico. Por ese motivo en 1936 fue declarado Sitio Histórico Nacional. Todo ello hace que cuando pensamos en una guía básica para viajar a Japón Shoshei-en debe estar necesariamente entre nuestras prioridades.
Los jardines están abiertos al público y su acceso es completamente gratuito. Gracias a ello podemos disfrutar de este remanso de paz que a pesar de estar muy cerca de las ruidosas calles de Kyoto, nos ofrece esa tranquilidad que tanto buscamos. Además, allí encontraremos preciosos lagos llenos de carpas, una gran cantidad de especies diferentes de árboles e incluso los ya míticos cerezos que estamos deseando ver en flor. Y seguro que apoyado en una barandilla o sentado en un pequeño rincón tenemos la posibilidad de tener uno de esos momentos especiales. De reflexión, de recuerdo o simplemente de meditación.
Aunque se puede disfrutar durante todo el año de estos maravillosos jardines, la primavera es uno de los mejores momentos. Por ello es una buena idea viajar a Japón en abril. En esta época tiene lugar la floración, un fenómeno que pintará de color el paisaje que el descubridor tiene delante de sus ojos. Un momento en el que tiene especial relevancia el cerezo japonés, cuyo espectáculo llega a su máximo esplendor. Aquí los amantes de la fotografía pueden aprovechar para realizar impresionantes primeros planos de estas flores de tonos rosados que tanto interés suscitan a lo largo y ancho del mundo.
Cómo llegar a los jardines de Shosei-en
Su ubicación también contribuye a que sea una visita obligada cuando nos encontramos en Kyoto de viaje. La cercanía respecto a la Estación de Kyoto hace que se pueda incluir fácilmente en los itinerarios previstos para conocer más a fondo esta increíble ciudad que nos ofrece la cara más tradicional de Japón. También se encuentra, obviamente, muy cerca del templo de Higashi Hongan-ji, a cinco minutos andando hacia el este.
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