La península de Itoshima, en Fukuoka, es uno de esos lugares recónditos de Japón que todavía quedan por explorar. Las miradas occidentales acaban de posarse en este lugar de playas blancas, aguas cristalinas, geniales olas para surfear, bosques de bambú y campos de arroz. Su ecléctico paisaje atrapa, pero pocos conocen todavía sus encantos, que van más allá. Empezando por su famoso mirador Sakurai Futamigaura o “el matrimonio de las rocas”, el templo budista Sennyoji con su famoso arce gigante de 400 años de antigüedad o los peculiares kakigoya (establecimientos especializados en ostras); hay no pocos motivos para visitar Itoshima en una excursión de un día desde Fukuoka (30 minutos en coche y con conexión directa en tren al aeropuerto de la zona). Hoy vamos a desgranar, uno por uno, todos estos encantos. ¿Te gustaría conocer más a fondo Itoshima? Pues sigue leyendo 😉
Itoshima, la gran desconocida
Itoshima es una gran desconocida para el turismo occidental. Son pocos quienes llegan a lugares como Fukuoka, en Kyushu y visitan lugares fuera del mapa turístico. Hay a día de hoy todavía poca información disponible en inglés sobre este lugar y ninguna en castellano (por eso nos hemos animado a escribir este post, actualmente, el único artículo en español sobre Itoshima).
La península de Itoshima se encuentra en Fukuoka y es un paraje natural con hermosas playas y un paisaje relajante. Parece que aquí es donde vienen a vivir algunos japoneses estresados, que cambian su vida de la ciudad por una granja ecológica o la cerámica. Hay una nota más que suma a este aura de relax que impregna Itoshima y es que se trata de un lugar conocido por los surferos para coger buenas olas. Quizá sea por eso que la zona está plagada de cafés diferentes donde tomar algo de forma distendida.
El mirador Sakurai Futamigaura
Ha sido elegido como uno de los mejores lugares en los que ver el atardecer en Japón. Y es que la imagen del sol poniéndose entre las rocas unidas por una cuerda sagrada y el torii en primer plano es un espectáculo al que no se puede renunciar si visitamos Itoshima. Además, es sin lugar a dudas una de las imágenes más icónicas de todo Kyushu. El mirador se encuentra en la playa de Futamigaura, famosa también entre los surferos más avanzados y plagada de cafeterías.
La “pareja de rocas” o el “matrimonio de las rocas” representa a las dos deidades Izanagi (padre) e Izanami (madre), que removieron los mares y crearon la isla de Japón. A 150 metros de la línea de costa y justo frente a un gran torii blanco, se encuentran unidas mediante una “shimenawa”, una cuerda sintoísta utilizada para acordonar zonas sagradas o como talismán contra el mal. Tiene 30 metros de largo y pesa una tonelada.
Muy cerca se encuentra el santuario Sakurai, que se estableció en 1632 a manos del segundo señor de Chizuken, Tadayuki Kuroda. Una vez al año es el encargado de realizar la ceremonia del cambio de la cuerda que une las dos rocas.
Otras playas destacadas de Itoshima
Además de la playa de Futamigaura, destacan otros rincones de arena en Itoshima:
- Keya: donde las olas son amables, las aguas claras y la arena dorada. Resulta muy agradable.
- Niginohama: larga, natural, con pinos, poca gente. Buen lugar para surfear.
- Nogita: de aguas claras e ideal para hacer surf.
- Fukae: aguas limpias y poca profundidad. Especialmente indicada para familias con niños pequeños.
El templo budista Sennyoji y su arce gigante de 400 años
El templo budista Sennyoji, en el monte Rai, pertenece a la secta Shingon y su antigüedad se remonta al siglo XVI. Según la leyenda, lo fundó el monte Seiga, que llegó de la India en el periodo Nara. Es muy famoso su “okaede”, un arce gigante de 400 años de edad y 8 metros de altura. Está declarado como “Monumento Natural” de la Prefectura de Fukuoka. Se dice que lo plantó el sexto señor del clan Kuroda, Kuroda Tsugutaka, en 1573, que es cuando se funda el edificio principal.
El Santuario Takasu, conexión con la naturaleza
En el monte Takasu se encuentra este bello santuario sintoísta. Aunque está en la ciudad se adentra en el bosque, dando una sensación mágica y espiritual, como de estar en otro planeta. Las imágenes hablan por sí solas. Hay muchos lugares en Japón para encontrarse a un@ mism@, pero desde luego, este debe de estar en la lista.
La cascada Shiraito, 24 metros de caída de agua
Siguiendo con la naturaleza, otro de los lugares imprescindibles que visitar en Itoshima es sin lugar a dudas la cascada de Shiraito, en el monte Haganeyama. Un lugar de gran belleza natural, donde los 24 metros de altura dejan caer el agua en un espectáculo relajante, pero que también tiene su lado divertido, pues en verano se puede chapotear a sus pies. El lugar está rodeado de arces japoneses de más de 300 años de antigüedad, por lo que el contexto es también de una gran belleza y una buena ocasión para conectar con la naturaleza. En mayo se lleva a cabo un festival de pesca.
La experiencia de comer en un “kakigoya”
No podemos hablar de Itoshima sin dedicar unas palabras a los “kakigoya”. Se trata de establecimientos dedicados a ofrecer ostras junto a la costa y es una experiencia altamente recomendable cuando queremos acercaros a la cultura gastronómica local. Es algo bastante rústico, ya que son lugares muy sencillos, una especie de cabañas en las que hay mesas con barbacoas de gas o de carbón para cocinarlas y disfrutarlas en el momento. En algunos de estos establecimientos ofrecen chubasqueros, ya que es posible que al abrir las ostras salga un chorro de agua marina. Pero, ¡eh!, ¡es parte de la experiencia!
¿Te animarías a tomar unas ostras con impermeable? ¿Te gustaría ver el atardecer en el mirador Sakurai Futamigaura? ¿Dormir una siesta debajo de un arce japonés gigante de 400 años? ¿Chapotear bajo la cascada Shiraito? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
Este post forma parte de una serie de artículos que estamos haciendo sobre Kyushu, una de las principales islas de Japón. Anteriormente hablamos de Kagoshima, la ciudad con vistas a un volcán activo y Yakushima, la isla mística de la princesa Mononoke.
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