Si hay algo que hace vibrar el alma de forma especial cuando estamos en Japón es sin duda respirar su historia, su pasado y su tradición. De alguna manera se siente que no hace tanto tiempo de aquellos señores feudales y los samuráis y quizá esto se deba a la esmerada preservación del patrimonio que hace Japón, poniendo en valor sus más preciados tesoros. Es el caso del Castillo de Hikone, uno de los únicos cinco castillos originales que hay en todo el país. Su mezcla de estilos arquitectónicos, además, le valió la denominación de Tesoro Nacional. Un lugar único en el que acercarse al momento histórico del Periodo Edo, admirando una construcción que se forjó a lo largo de veinte años y que fue el hogar de los señores feudales Ii.
El Castillo de Hikone se encuentra en la ciudad homónima, Hikone, situada en la prefectura de Shiga. Es posible visitarlo desde Kyoto o desde Nagoya y bien merece la excursión de un día. Las maravillosas vistas que ofrece del lago Biwa, el más grande de todo Japón, son sólo uno de los encantos de esta construcción original del periodo Edo terminada en 1622. El castillo fue además la residencia del clan feudal Ii desde que el castillo estuvo listo hasta el año 1867 (final del feudalismo).
El Castillo de Hikone es un lugar que admirar y desde el que admirar: la vista de la construcción es de una gran belleza, sobre todo de noche, bañada por la luz de la luna; pero al mismo tiempo, desde su interior se pueden contemplar unas de las mejores vistas al famoso lago Biwa y por eso es también conocido como el Castillo del Agua.
La defensa del Castillo de Hikone
Uno de los aspectos que destacan de este castillo es cómo está construido especialmente para la defensa del mismo. Es algo que se puede observar en la rampa en espiral a la entrada, ideada para que los enemigos fueran un blanco fácil; o en los casi imperceptibles pequeños huecos en los muros, pensados para que los arqueros pudieran lanzar sus flechas. Y, por supuesto, no falta el foso que separa la construcción y que hacía más difícil acceder a ella. Hoy es un espacio navegable en el que podemos disfrutar de un hermoso paseo a bordo de una barca.
En el área del castillo destaca también la enorme cantidad de cerezos que hay, lo que convierte al lugar en uno de esos enclaves ideales para disfrutar del fenómeno del sakura en plena primavera. Además, la vista de la preciosa construcción entre flores de cerezo es una delicia para los sentidos. Como nota a tener en cuenta, la floración del sakura en Hikone tiene lugar aproximadamente una semana después que en Kyoto.
Otros atractivos de la zona
En el recinto hay construcciones originales y algunas reconstrucciones realizadas fielmente (lo que es original es la torre principal del castillo). Allí se puede disfrutar también del museo de tesoros y objetos de la familia Ii, donde aprender sobre el estilo de vida de la época. No podemos pasar por alto tampoco el jardín de estilo chino Genkyuen, que data de 1677 y en el que destaca un estanque central con cuatro islas conectadas por pasarelas. Allí podremos también visitar la casa de té Hosho-dai y disfrutar de un tradicional matcha y unos dulces tradicionales. El sendero que recorre el jardín nos invita a conocer cada rincón de este espacio verde donde relajar los sentidos.

Por último, no hay que perderse el recorrido por la popular calle del castillo Yume Kyobashi, especialmente indicada para hacernos con algunos recuerdos de nuestra visita, así como para deleitarnos con diferentes tiendas, restaurantes y cafeterías.