Domingo 5 de septiembre de 2010
El arranque de la aventura está ahora más cerca que nunca. Estoy en un Hotel de Madrid a punto de acostarme para levantarme a las 7 de la mañana y dirigirme al aeropuerto. Ya no hay vuelta atrás, las cartas están servidas.
A partir de mañana mi vida va a dar un giro de 180 grados y me complace decir que me siento bastante tranquilo. Es posible que deje de estarlo en el momento en el que suba al avión y realmente sea consciente de lo que está a punto de suceder, pero por lo menos ahora, no soy un saco de nervios.
Preparativos y despedidas
Esta semana ha sido de locos sin parar ni un solo momento. Son incontables las veces que he dicho adiós durante estos días. El viernes organicé una gran fiesta de despedida con mis amigos. El sábado lo pasé con mi familia disfrutando de los alimentos más jugosos y suculentos del territorio español y la vedad que me siento muy bien por todas las palabras de ánimo que he recibido.
Quiero dar las gracias a todos desde aquí por ayudarme moralmente a hacer frente a la prueba más difícil que he intentado afrontar hasta el momento. Si consigo que todo me vaya bien por allí, será en parte gracias a vosotros.
En fin…¿Qué más puedo decir? ¡¡Dirección a Japón!!