Hoy os hablamos de tres actitudes ejemplares que aprender de los japoneses:
Determinación y constancia para lograr tus sueños
Hay muchas personas que piensan que a la cima solo se puede llegar si tienes talento y grandes habilidades. Es como si hubieran asumido que solo algunos están destinados a triunfar. Si bien es cierto que por genética podemos estar más o menos favorecidos, en realidad ese no es el factor que va a decidir lo lejos que llegaremos.
Lo que marcará la diferencia dependerá fundamentalmente de dos cosas: la determinación y la constancia. Son dos actitudes que deben de ir juntas. La primera es el deseo ardiente de lograr algo. Nace de las decisiones que tomamos con el corazón en vez de con la cabeza. Nos impulsa a llegar más alto de lo que nunca hubiéramos podido imaginar. Es el fuego que alimenta y mueve nuestro motor interno. La segunda es la actitud que nos mantendrá en el camino. Es la decisión de no abandono. De permanencia a pesar de las circunstancias. Es la llave para superar la falta de talento y gracia. Es el trabajo duro sostenido a lo largo de los años.
Esta es una de las características que más aprecio del pueblo japonés. La determinación y la constancia son la clave de la mayor parte de los éxitos que han disfrutado durante los últimos siglos. Se perciben en el ambiente si permaneces en el país el tiempo suficiente como para llegar a conocerlo de verdad. Hay muchos ejemplos que se podrían utilizar para poner de manifiesto esta actitud de los japoneses frente a la vida. Me concentraré en uno de los que más me gustan.
El manga y la animación japonesa es una parte importante de su cultura y puede enseñar mucho acerca del pueblo nipón a aquellos que le presten la atención suficiente como para apreciar su verdadera esencia. Cuando has visto diferentes series y has leído algunos cómics, empiezas a darte cuenta de que hay un tipo de historia que se repite con asiduidad. Es una en la que el protagonista no tiene nada de especial. No es como otros personajes de la serie que, gracias a su gran talento lo hacen todo bien de una forma casi natural. Sin embargo, el patoso protagonista es el que más se esfuerza y el que mayor determinación tiene. Esa capacidad de auto superación es lo que al final de la serie acaba llevándolo a convertirse en el más talentoso de todos.
De su aprecio por este tipo de historias, he podido comprobar que los japoneses valoran mucho a las personas que tienen una actitud férrea que les lleva a alcanzar sus propósitos gracias una determinación inquebrantable y el trabajo duro sostenido en el tiempo. Este es el sistema que utilizan los japoneses para hacer realidad sus sueños.
Afrontar la edad con entusiasmo para envejecer feliz
Los ancianos japoneses afrontan la vejez con una actitud muy particular. No la ven como algo negativo. Disfrutan de cada una de las etapas que dura su vida y no se aferran al pasado. Una muestra de ello es su costumbre de celebrar lo que llaman, los cumpleaños especiales.
Al llegar a los 60 años, es habitual realizar una ceremonia conocida con el nombre de Kanreki (還暦). Se trata de una tradición importada de china que se hace para festejar “El inicio de un nuevo ciclo”. Cuando celebran el Kanreki, la persona que ha cumplido los 60 años debe ponerse un gorro y una chaqueta roja llamada chanchanko. En Japón, el color rojo se asocia a los niños recién nacidos. La palabra akachan (赤ちゃん), es la que se utiliza para decir “Bebe” y su traducción literal es “Pequeño rojito”. Esto se debe a la apariencia enrojecida que tienen los niños después del parto. Cuando los ancianos se visten de rojo, simbolizan el inicio de una segunda infancia.
Al igual que el Kanreki, en Japón hay otras celebraciones de longevidad. Entre ellas está la del Beiju (米寿) a los 88 años, considerada como la edad del arroz y la de los 99 años, el Hakuju (白寿) que simboliza la edad blanca.
Estas costumbres pueden ayudarnos a comprender el hecho de ir haciéndose mayores no es un motivo por el que uno deba de sentirse mal, sino más bien todo lo contrario. Haz como los japoneses y celebra que cada vez estás un poquito más cerca de convertirte en un centenario. Una actitud positiva ante la vejez puede regalarnos varios años de vida.
Mentalidad positiva para vivir más tiempo
Después de estudiar las vidas de numerosos centenarios, muchos de ellos japoneses, he podido observar que todos aquellos que han superado los 100 años edad comparten una misma actitud: la mentalidad positiva.
He escuchado en relatos de personas que han sufrido grandes desgracias, decir que se sienten muy afortunados de la vida que han llevado. He escuchado, cómo esas mismas personas afirmaban estar convencidas de que todo lo que les había ocurrido en la vida, había sido bueno para ellos. A pesar de haber sufrido acontecimientos traumáticos tales como perder a un hijo a ver como sus hogares eran reducidos a cenizas.
Todos los centenarios japoneses que siguen con vida han sido testigos de años muy turbulentos en la historia del ser humano. La década de los años 40 estuvo plagada de guerras, una de ellas, la más atroz que el mundo ha sufrido nunca, la segunda guerra mundial. Japón es uno de los países que estuvieron activamente involucrados en los conflictos y por ello, sus ciudadanos tuvieron que pasar grandes calamidades. Aun así, estos longevos ancianos son por lo general, personas felices que sienten gratitud a la vida por los regalos que ésta les ha concedido. Y es que, gracias a los notables avances de la ciencia, sabemos que las personas positivas son proclives a padecer menos enfermedades y vivir durante más tiempo. Cuando estamos deprimidos, nuestro sistema inmunológico se debilita. Nos volvemos vulnerables y perdemos capacidad para reponernos a los habituales achaques de la edad.
La mentalidad positiva no es cuestión de genética. Aunque está demostrado que desde el día en el que nacemos ya tenemos cierta predisposición a la negatividad o a la positividad, no hay nada escrito a fuego. No hay nada que no sea reversible si decidimos que así queremos que sea. Al fin y al cabo, la mentalidad positiva es una actitud ante la vida que debemos de elegir. Es un camino por el que hay que esforzarse y trabajar. Practicarla día a día hasta que al final, se convierta en nuestra forma natural de ver el mundo.
No soy el primero en decir que, en la vida todo es cuestión de enfoque. La realidad es relativa. Depende del color del cristal con el que la vemos. Lo bueno es bueno porque nosotros así lo percibimos. Lo malo puede convertirse en bueno y viceversa, tan solo cambiando nuestro punto de vista.
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Buen artículo Marcos! Definitivamente deberíamos aprender mucho de la cultura japonesa. Un saludo!
Hola Telemaki! Muchas gracias. La verdad es que aunque ni mucho menos Japón sea un país perfecto, tiene muchas cosas de las que se puede aprender. Por mi parte intento transmitir todo lo que Japón me ha aportado hasta ahora 🙂 Espero seguir recibiendo tus comentarios más adelante. Nos anima mucho a seguir escribiendo!