Desde nuestro punto de vista occidental resulta cuan lo menos curioso conocer cómo funcionan los japoneses en el trabajo. Tanto las estructuras como los tipos de trabajo y su visión social contrastan fuertemente con los conceptos que manejamos en Occidente. Acercarnos a esta cuestión nos ayudará a obtener una imagen más completa de la sociedad japonesa, del ritmo que le imprimen a sus vidas laborales y de la importancia que tiene para ellos en el conjunto de su existencia. Si quieres viajar a Japón en algún momento saber cómo piensan los nipones en lo relacionado con el trabajo te servirá para comprenderles un poco mejor.
Los sararyman y las kyariūman
Digamos que la fórmula laboral más extendida es la de ser trabajor o trabajadora de una gran empresa tras terminar la universidad. El momento del acceso es muy importante en la vida de cualquier japonés, ya que determinará todo su futuro. Empezar como sararyman (hombre) o kyariūman (mujer) determina que cobrará un sueldo base, trabajará muchísimas horas bajo una gran presión y apenas tendrá días de descanso. La jerarquía es muy rígida y en el plan de empresa estará estipulado cuánto cobrará cada año, en la idea de mantenerse en la misma compañía durante muchísimo tiempo. Y es que la sociedad japonesa valora enormemente la estabilidad laboral.
Este tipo de trabajo tan estresante provoca que muchos sararyman y kyariūman busquen una válvula de escape como las relaciones extramatrimoniales (muchas veces se trabaja en una ciudad diferente a la que se vive) o darse al pachinko.
Hay personas incluso que no pueden con esta presión que conlleva trabajar en una empresa y se hacen hikimoris: vuelven a su casa natal y se encierran en una habitación para no tener contacto con nadie. También existe un triste fenómeno y es lo que se llama karoshi o la muerte por exceso de trabajo, algo sobre lo que el gobierno nipón está empezando a trabajar para evitar. En 2016 se publicó el primer informe estatal sobre karoshi y en junio de este año el Parlamento de Japón aprobó una reforma de la ley laboral que pone un límite de 100 horas extra mensuales. Esto es una muestra de la voluntad de cambio de la sociedad japonesa, que también se manifiesta en las propias empresas.
Los arubaito: los trabajadores no cualificados
Mientras son estudiantes, japoneses y japonesas pueden compaginar esta actividad con algunos trabajos no cualificados: un supermercado, un combini, un restaurante… Se trata de trabajos por horas que también utilizan a menudo amas de casa que dedican parte de su tiempo al hogar y parte de la jornada a obtener ciertos ingresos.
Aunque no es lo más habitual, también hay japoneses que se salen de la senda marcada y combinan varios de estos trabajos de arubaito para ganarse la vida.
Algunas curiosidades de los japoneses en el trabajo
Seguramente si has visto algunos animes o dibujos animados de origen japonés como Shin-chan te hayas fijado en alguna situación en la que queda claro que en el hogar la mujer es la que administra el dinero. Todavía es habitual en los matrimonios en los que sólo trabaja el hombre que este entregue el dinero a su mujer y sea ella la que se encargue de gestionarlo.
Otra curiosidad es que en San Valentín las trabajadoras regalan a sus colegas masculinos bombones. Pero tranquilos, que la semana siguiente se celebra el Chocolat White y son ellos quienes les regalan a ellas.
¿Qué te parecen estas prácticas? ¿Te ha resultado curioso conocer cómo funcionan los japoneses y las japonesas en el trabajo?
Si te ha gustado esta entrada te agradecemos que dejes tu opinión en las estrellitas que encontrarás más abajo. ¡Gracias!