Seguramente alguna vez te has preguntado qué significan esos peces de colores que tanto se identifican con Japón. Son un emoji de Whatsapp y es muy probable que los hayas visto en más de una foto colgados de algún mástil en la calle o sobre algún río, pendidos de un hilo. Se trata de las banderas koinobori que representan carpas y que se utilizan para celebrar el Kodomo no hi, el día de los niños y las niñas. ¡Qué bonito pensar que hay un festivo nacional centrado en que crezcan sanos y fuertes y tengan éxito en la vida! Una celebración cuyo origen se remonta al año 700, pasando por distintas etapas hasta llegar a la actual. Anteriormente, recibía el nombre de Tango no Sekku (denominación aún extendida) y sólo estaba orientada a los niños varones. En esta entrada te contamos todas las características de esta fiesta y las curiosidades asociadas a ella, como los platos típicos o cómo se decoran las casas.
La festividad del Kodomo no hi
A finales de primavera, el 5 de mayo, se celebra el Kodomo no hi, el día de los niños y las niñas. Con motivo de esta festividad, se cuelgan las banderas koinobori, en las que aparecen carpas japonesas de distintos colores. ¿Por qué concretamente este pez es el símbolo de la celebración? Se trata de una especie muy admirada en Japón por considerarse fuerte y valiente, capaz de nadar contracorriente para conseguir su objetivo. Y esto es lo que la sociedad japonesa quiere para sus hijos e hijas. Estas banderas se colocan tanto en las casas particulares como en lugares públicos como la Torre de Tokyo, así como sobre los ríos, creando unas imágenes preciosas. Al estar vacías por dentro se hinchan con el viento, proporcionando una visión alegre que nos recuerda a la infancia.
Como decíamos, el 5 de mayo es fiesta nacional en Japón, por lo que todo el país se vuelca en esta celebración. Algunos de los símbolos y de las costumbres que se realizan vienen de mucho tiempo atrás, de cuando se celebraba el Tango no sekku. Por ello es interesante conocer brevemente su historia:
La historia del Tango no sekku
El Tango no sekku viene de una costumbre china que fue transmitida a Japón durante el periodo Nara (710-794). Existía la creencia de que mayo era un mes poco propicio, por lo que para alejar los demonios se colocaban hierbas medicinales en las cornisas y en las bañeras. Concretamente, se trataba de cálamo (shōbu) y artemisa (yomogi).
Como seguidamente empezaba la cosecha del arroz, el Tango no sekku empezó a celebrarse para pedir que esta fuera buena. Lo curioso es que debido a que la palabra shōbu (菖蒲), es homófona con la expresión “lucha” (勝負) y con otra palabra que transmite el respeto por las artes marciales (尚武); a partir del periodo Kamakura (1185–1392), se celebraba la fiesta de los niños varones, concretamente, por el crecimiento de los hijos de las casas de los samuráis. Posteriormente se extendió y se decretó como fiesta nacional.
Mientras tanto, la fiesta de las niñas era y es el Hina Matsuri, un festival (no festivo nacional) de muñecas. Se celebra el 3 de marzo y unos días antes aparecen en las casas muñecos que representan al emperador y la emperatriz, con preciosos kimonos; y sus cortesanos.
A partir de 1948 el Tango no sekku pasó a llamarse Kodomo no hi y a incluir en la celebración a las niñas.
La simbología samurái, muy presente en el Kodomo no hi
Como decíamos, hay símbolos que permanecen del periodo en el que se celebraba el Tango no sekku como los elementos relacionados con los guerreros samuráis. Sigue siendo costumbre utilizar yelmos, armaduras, espadas, arcos, flechas y figuras de guerreros para decorar las casas con motivo de esta fiesta. La figura más famosa es el musha ningyo, un tipo de muñeco que representa a los samuráis de muy distintas formas. Incluso los hay con algún toque friki.
Platos típicos del Kodomo no hi
Como toda fiesta que se precie, el Kodomo no hi tiene una gastronomía asociada. Es muy típico el chimaki, un pastelito de arroz envuelto en una hoja de bambú. Se cree que aleja los desastres. También se elabora y degusta el kashiwa mochi, otro tipo de pastelito de arroz, esta vez con pasta de judía dulce y envuelto en una hoja de roble. En este caso, se considera un símbolo de la fertilidad. Además, tanto el bambú como el roble se relacionan en la cultura japonesa con la fortaleza y el éxito en la vida, por lo que van de la mano con los deseos para los niños y niñas japoneses.
El Shichi go san, otra fiesta relacionada con la infancia
Además del Kodomo no hi y del Hina Matsuri, en Japón se celebra el Shichi go san, el día de los niños de 7, 5 y 3 años. La elección de estas edades concretas no es baladí y es que para la sociedad japonesa los números impares traen suerte. Ese día, los niños y niñas de 7, 5 y 3 años se visten de kimonos y acuden con sus familias al templo. Se toman fotografías del momento, ya que es un acontecimiento muy importante, y se colocan en algún lugar visible de la casa. Además, ese día, los niños y niñas reciben unas bolsas de papel con el dibujo de una tortuga o una grulla (ambos, símbolos de longevidad), que están llenas de caramelos de la suerte.

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