Todos los que nos sentimos atraídos por la cultura japonesa hemos notado que hay algo especial en su forma de concebir la estética. Algo que les hace diferentes. No necesitas más que contemplar uno de sus hermosos jardines para darte cuenta. Son capaces de crear espacios en los que, a simple vista, todo parece haber tomado forma por casualidad, sin orden ni planificación. Pero nada más lejos de la realidad. Esa es precisamente la intención con la que fueron diseñados. Y todo ello gracias al wabi sabi.
La belleza por lo imperfecto
Wabi-sabi (侘 寂) es una palabra que hace referencia a la belleza de la imperfección, la impermanencia y lo incompleto. Un concepto que viene arropado por el budismo Zen centrado en valores como el minimalismo y el respeto por los elementos provenientes de la naturaleza. Según el budismo Zen, nada dura, nada es perfecto.
Hay una historia que nos puede ayudar a entender el significado del wabi sabi. Se cuenta que en el siglo X un joven llamado Rikyu solicitó al maestro de la ceremonia del té Takeno Joo ser su discípulo. Antes de aceptarle, Takeno quiso poner a prueba al joven y por ello le pidió que barriese el jardín. Rikyu siguió las indicaciones del maestro y cuando ya lo tenía todo bien colocado y limpio, golpeó el tronco de un cerezo y varias flores cayeron sobre el suelo que el joven aspirante acababa de barrer. Takeno quedó impresionado por el gesto y acepto a Rikyo como discípulo. Años más tarde, Rikyu se convirtió en un gran maestro de la ceremonia del té y de él siempre se dijo que había comprendido la verdadera esencia del wabi sabi.
Un significado más allá de las palabras
Las palabras wabi sabi no son fáciles de traducir. Esto se debe a que el japonés es un idioma se comunica transmitiendo conceptos más que palabras. Los símbolos tienen un significado intrínseco y la forma de combinarlos puede cambiar totalmente el significado de la palabra. Wabi inicialmente hace referencia la soledad de vivir en la naturaleza, lejos de la sociedad, mientras que sabi significaba “frío”, “flaco” o “marchito”.
Sin embargo, estas dos palabras juntas albergan un sentido más amplio y positivo. El wabi sabi concibe que la verdadera belleza no está en lo perfecto, porque en realidad la perfección no existe. Es una visión más realista del mundo y un intento de disfrutarlo tal y como es, sin perseguir moldearlo para crear algo que al final acabe siendo artificial e irreal. Las cosas que han sido elaboradas en base al wabi sabi están hechas de materiales vulnerables a los efectos del tiempo y del trato humano. Registran el sol, el viento, la lluvia, el calor y el frío en un lenguaje de decoloración, óxido, torsión, contracción y marchitamiento.
El wabi sabi, una forma de concebir la existencia
Según la psicóloga experta en duelos Ana Yáñez, pensar más basándonos en el concepto de wabi sabi podría ahorrarnos el sufrimiento que nos provoca a veces perseguir el perfeccionismo, el miedo al fracaso y la no aceptación de las pérdidas. Sostiene que, con esta nueva forma de concebir el mundo, viviríamos una vida más flexible, relajada y realista. Sin ese apego por que nos impulsa a desear que todo lo que nos rodea dure para siempre.
El wabi sabi ha impregnado con el tiempo todas y cada una de las artes tradicionales japonesas tales como la alfarería, el ikebana, la jardinería o la poesía Haiku. Incluso, cuando la ceremonia del té se había convertido en un acto de ostentación que se celebraba en lujosos palacios y amplios salones, el wabi sabi, abanderado por el budismo Zen, llevó a estos artistas a ejecutar las ceremonias en humildes chozas fabricadas con materiales naturales y a sentarse en el suelo de tatami mientras batían la espuma del té verde. El acercamiento a la naturaleza y la sencillez ha glorificado la que hoy en día, es una de las tradiciones más significativas del país del sol naciente.
Fotos: Christian Kaden, Hiro – Kokoro☆Photo, Dani Armengol Garreta
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Muy interesante el articulo de WABI SABI y se hace más presente en nuestros tiempos que buscamos la perfección, y no lo simple de la vida en el buen sentido de la palabra. La cultura japonesa nos acerca a una paz para hacer frente a los obstaculos de la vida.
Muchísimas gracias por el artículo. Wabi sabi, quien podría decir que solo ochos letra podría tener TAN GRAN SIGNIFICADO e una historia tan real, que sin embargo seguimos apegado a la perfección de todo sin darnos cuenta que ni la propia vida es perfecta. Gracias a cuyo concepto me hizo sentir tan feliz e apasionado. “LA NATURALEZA ES LO MÁS HERMOSO DE NUESTRA VIDA.”
Bonita reflexion, Johan. Gracias por compartirla con nosotros