La pequeña localidad de Nagano gravita en torno al templo Zenko-ji como si se tratase de su sol. Y es que este magnífico lugar lleva consigo una larga historia (se cree que es del siglo XVII) que le ha hecho permanecer en el centro de las vidas de quienes habitan en esta capital de prefectura rodeada de montañas que se inició en el periodo Kamakura. El atractivo de este centro espiritual hace que más de cuatro millones de turistas al año acudan a él, también movidos por las increíbles historias que se cuentan sobre él. La más destacada es la que tiene que ver con el hecho de que alberga una misteriosa figura que nadie ha visto. El Ikko-Sanzon, considerado la primera imagen budista que llegó a Japón y a la que acompaña una fascinante leyenda. Sigue leyendo para desvelar los secretos que oculta el templo Zenko-ji de Nagano, uno de los puntos que visitamos en nuestro viaje Japón Feudal.
El templo Zenko-ji, en Nagano
Reconocida mundialmente por ser la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998, Nagano, capital de prefectura con el mismo nombre, destaca sobre todo por su magnífico templo Zenko-ji. Y es que desde hace muchos años es su monumento más importante, además de suponer una fuente destacada de riqueza económica. La popularidad de este centro se debe también a su aceptación de todas las sectas del budismo, incluidas las femeninas. En este templo ofician tanto sacerdotes como sacerdotisas.
La ubicación original del templo Zenko-ji era al sur de donde se encuentra ahora. En aquel lugar se destruyó once veces, debido a incendios en casas y edificios contiguos. Finalmente, el shogun Tokugawa ordenó su traslado a un lugar más seguro, a su actual emplazamiento. El edificio actual es de 1707 y es el Teatro Nacional. El auge del templo se dio en el siglo XVIII, con la construcción del gran edificio principal, inscrito en la lista de Tesoros Nacionales.
La leyenda de la estatua de Ikko-Sanzon
El templo Zenko-ji también atrae el interés debido a que alberga la estatua de Ikko-Sanzon, la primera imagen budista que llegó a Japón. Fue un regalo del rey de Corea al emperador de Japón en el año 552. Sin embargo, la imagen no se puede visitar. Se dice que ni 37 generaciones de emperadores han tenido el privilegio. Se sabe que se encuentra envuelta como una momia tras el altar mayor, pero nadie la ha visto en 1.000 años. Salvo una persona. Y es que en 1702, para acallar los rumores de que el arca estaba vacía, el sogunato ordenó a un sacerdote confirmar su existencia y tomarle medidas. Aquel hombre fue la última persona en ver el Ikko-Sanzon, al menos de manera oficial.
Sin embargo, cada siete años puede verse una copia en la celebración del Gokaicho Matsuri. Aunque se trata de una réplica, es el único momento en el que se exhibe al público. Una excepcionalidad que hace que acudan más de cinco millones de peregrinos para poder verla con sus propios ojos. Se celebra desde principios de abril hasta mediados de mayo.
Más puntos de interés en Nagano
Otro punto de interés que se encuentra en la ciudad de Nagano es la pista de competición de patinaje M-Wave, que fue una de las atracciones estrella durante aquellos Juegos Olímpicos de Invierno de 1998. Se puede patinar en la pista y visitar un museo conmemorativo. Destaca por su diseño vanguardista.
En Nagano también destaca el santuario Togakushi. Para visitarlo, dentro de nuestro viaje Japón Feudal, acudimos al parque nacional Joshinetsu Kogen. Un lugar del que ya te hablamos en nuestro post El santuario Togakushi, en plenas montañas de Nagano.
¿Te gustaría visitar el templo Zenko-ji de Nagano, acercarte a ese lugar rodeado de tamaña leyenda?
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Imágenes: garberus, bryan…